Empieza el año y parece que tenemos que estar llenos de energía y buenos propositos. La realidad objetiva es que es un día más (aunque a algunos nos haga mucha ilusión) y entiendo que puedan ser días tristes o de quedarnos sin fuerza por esfuerzos emocionales de sostenernos. Podemos quitarnos el disfraz de súper y quedarnos en esencia para regalarnos lo que necesitemos, ya sea ver la tele todo el día, no hablar con nadie o llorar para limpiar el alma. Podemos pecar con cosas que sabemos que no nos benefician, sea lo que sea… Lo importante es ser conscientes de lo que hacemos y por qué lo hacemos. Darnos lo que necesitamos sin un castigo posterior y sobre todo saber que podemos pedir ayuda, que hay personas que nos aman dispuestas a escuchar y ayudar. Para mi es la clave.